Irónica Ausencia
por Carolenys Tovar
Mis pensamientos emigraron
como las aves,
a un lugar donde tu
recuerdo,
aquella utopía poblada de
aromas, de presencia y esperanzas,
saciara mi ansia de saberte
tangible, cercano.
(Porque a veces tu ausencia
es un viaje…)
Y presentí que me llamaban
desde el fondo de mi corazón,
y casi adiviné tu mirada
penetrante pero perdida
reclamando mi presencia, mi
calor y mi abrazo.
Fue así como la distancia y
tu recuerdo
me enseñaron que nuestro
amor es como el tapiz,
cuyo paisaje podemos
apreciar mejor estando lejos.
Y ya que el recuerdo te ha
traido,
dejame reconfortarme en tus
palabras,
permiteme descansar en tu
presencia,
suave pero fugaz…
…tan fugaz que apenas podre
recordarla.
(Porque puede que tu
ausencia también sea olvido…)
Y aunque el camino es duro,
hermosa es la recompensa de
imaginarme en tus brazos
pero, tú… ¿intentarías
volver aún sabiendo que,
incluso tu ausencia ha
llegado a ser ternura
e incesante estimulo para
amarte más y más?
Y, ¿qué dirías si supieras
que reconstruyo a pedacitos
tu imagen –que es la mía-,
y que voy uniendo uno a uno
aquellos instantes –que
fueron los nuestros-?
(Porque a veces tu ausencia
también ha sido dolor…)
Vuelvo, cierro los ojos….
Tu recuerdo me transporta a
aquella fragancia…
¿Puedes como yo sentir el
viento sobre tu piel?
(Porque no ausencia que no
traiga consigo divinas sensaciones…)
He sabido que en momentos
tú tambien me has llorado,
pero en mi cielo tus
lagrimas –que son las mías-
se ven como estrellas.
He dicho a ese cielo
inmenso, remoto
que te hable de mí.
Ve;
mírale;
contémplale;
en el están todos los
secretos.
Su esencia es la tuya, es
la mía,
es la nuestra, y,
estés donde estés,
él, como tu recuerdo,
creará un puente infinito
que será
la senda a tu mirada, a tus
manos,
-que son las mías-, a
nuestro corazón,
a nuestra alma.
Pero… amor, no puedo
olvidar…
estas aquí en todos los
rincones,
estas en las piezas de tu
presencia en mi vida
-que es la tuya-,
pues mi corazón y mi alma
estan repletos
de memorias de tí.
(Porque a veces tu ausencia
también es nostalgia…)
Y, aunque soy grande –eso
me dijeron tus labios-,
“que soy grande”, pues ha
de ser cierto.
Grande porque en mi
humanidad
es una experiencia mística
la fortuna de quererte,
pues quererte a tí es
sorprender a Dios en las flores
y descubrir el canto de las
aves en mi ventana.
Es sentir tu voz en mis
palabras
-que son las tuyas-
y aquella cancion que trae
a mi alma
la suave melodía y el
candor de nuestras noches.
(Porque a veces también tu
ausencia ha sido melancolía…)
Y, ¿Qué tan mala puede ser
tu ausencia
si ella me recuerda que la
perfeccion de tenerte
sería vida sin vida, y que
la distancia nos despierta
una y otra vez
de ese sueno anhelado,
¿entonces?,
Que bello es el sufrimiento
de la distancia si éste
nos llama a la vida y,
que triste se torna el
silencio
de la eterna felicidad que,
a veces
no es mas que tristeza
inadvertida,
pues, ¿qué es la alegría si
esta no existe en nuestra
consciencia?
…
Es por ello que en mi
soledad de tí
he logrado bendecir tu
ausencia,
porque ella en mis sueños
me enseña
a apreciarte como el tapiz,
a contemplarte como el
cielo inmenso,
a sorprenderte como a Dios
en las flores,
y a descubrirte como a las
aves en mi ventana.
(Porque por encima de todo
tu ausencia también es vida…)
Por eso es que, corazón:
tu para mí sí que eres
grande…
…Más que en mí, estás en
todos los amaneceres,
estás en el viento y en las
sonrisas que
-como tu recuerdo- me
buscan.
Estás en la brisa de
nostalgias que me acarician
y en mis anhelos todos de
dicha y de gloria.
Y es que tu ausencia es
todo eso y mucho más…
Es que estes en la vida
misma
porque me enseñaste que
ella esta repleta de misterios,
de presagios, de ironías,
de mis manos – que son las
tuyas-,
de tu esencia y la mía,
del amor,
de tu corazón,
de mi alma,
y de tí.